Un físico de la Universidad A&M de Texas llamado Dave Hyland ha propuesto desarrollar un dispositivo para “matar” asteroides lanzando pintura en spray.
No es ningún desvarío. Hyland está convencido de que una de las formas más eficaces de evitar una futura colisión de un asteoride con la Tierra sería emplear un cañón triboeléctrico cargado de pintura que lance el material como si se tratase de un aerosol para cubrir a la masa rocosa con una fina pátina de color. Basándose en el efecto Yarkovsky, Hyland sostiene que la pintura produciría un cambio en la cantidad de luz solar que refleja el asteroide.
Y es que, mientras los asteroides están girando, la zona de su superficie que ha sido calentada por el Sol se mueve hacia el lado del espacio vacío e irradia fotones infrarrojos que generan un pequeño empuje, que evidentemente afecta a su órbita. Así, parece lógico pensar que al pintar de color una de estas masas rocosas y cambiar la luz que es capaz de reflejar se conseguiría aumentar ese empuje y alterar la trayectoria del cuerpo celeste por completo.
El principal inconveniente es que las tradicionales pinturas fabricadas con agua o petróleo se vaporizarían al ser expuestas al vacío del espacio. Por eso Hyland y sus colegas han propuesto emplear una mezcla de gas inerte y polvo de puntura seca cargado que sería atraído por la electrostática del asteroide. Cuando el viento solar y la luz ultravioleta de la estrella actuasen sobre este material, el asteoride quedaría cubierto por fina y delicada capa de color.
La NASA está dispuesta a poner a prueba la teoría de Hyland y sus colegas con un asteroide gigante llamado Apophis -en honor al dios egipcio del mal, caos y la destrucción- que se acercará a la Tierra en 2029, dará una vuelta al Sol, y será visible otra vez desde nuestro planeta en 2036, cuando emprenda su camino de regreso hacia los confines del sistema solar.
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