"Las posibilidades que tiene una persona de conseguir algo son proporcionales a las ganas que tenga de conseguirlo." David Tomás.
domingo, 27 de enero de 2013
¿Podemos olernos a nosotros mismos?
Cada persona es capaz de reconocer su propio olor gracias al complejo mayor de histocompatibilidad (CMH), una combinación única de proteínas similar a la que usan los animales para reconocer a sus parejas. Estos son los resultados de un estudio que se publica en la revista Proceedings of the Royal Society B, el primero en demostrar que, efectivamente, los humanos nos `olemos' a nosotros mismos.
Los péptidos del complejo CMH se encuentran en la superficie de casi todas las células del cuerpo, y sirven para que nuestro sistema inmunológico las diferencie de las células de los organismos patógenos. Además, estas moléculas también contribuyen a la comunicación entre animales y numerosos estudios realizados en peces, ratones y personas, han demostrado que preferimos el olor de individuos con genes CMH diferentes a los nuestros.
En este nuevo estudio, los investigadores reclutaron a 22 mujeres voluntarias a las que aplicaron diferentes perfumes en la axila. Salvo las fumadoras y aquellas que estaban resfriadas, todas las mujeres preferían llevar el perfume que contenía una mezcla sintética de sus propias proteínas CMH.
Para comprobar lo que sucedía en el cerebro, los científicos realizaron otra prueba en la que obtuvieron una imagen por resonancia magnética de varias mujeres que debían oler diferentes soluciones. "Se observó una diferencia muy clara entre la respuesta a los péptidos propios y a los ajenos", ha explicado Thomas Boehm, autor del estudio e investigador en el Instituto Max Planck de Inmunobiología y Epigenética (Alemania). "Hay una región particular del cerebro que solo se activa cuando la persona huele péptidos similares a las moléculas CMH propias". De la misma manera, cuando la voluntaria olía moléculas ajenas, se activaba siempre la misma zona del cerebro.
Este trabajo confirma la idea de que preferimos usar perfumes que amplifiquen la señal de nuestras CMH, mientras que, cuando olemos a otras personas, nos gustan más aquellas que usan aromas que amplifican las señales CMH diferentes a las nuestras. El siguiente paso, explica Boehm, "será identificar los receptores nasales que identifican estos péptidos en los humanos".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario